Todo está inventado, dicen.
Los plagiadores han existido toda la vida, pero ¿y si te toca a ti?, ¿cómo reaccionarías?.
Está genial inspirarse, yo lo hago a veces y lo bueno de hacerlo es que al final, si tienes un mínimo de integridad y dignidad, pones tu sello personal a ese trabajo.
En mi caso, no sólo me han plagiado fotografías: han hecho pasar por suyas fotos hechas por mí, han copiado modelos de talleres, solapado fechas de eventos, y quizás lo más triste es que confié en alguien contando uno de mis proyectos y me lo calcó de principio a fin.
Moraleja: no lo cuentes nunca, nada, a nadie, EVER…
Por otro lado, tiendo a sacar el lado positivo de las situaciones porque obviamente sacar los ojos al prójimo no es ético.
Siéntete halagado, algo estás haciendo bien.
Valora la calidad de “la copia” ¿es mejor? o ¿es burda?. Se pondrá en evidencia sol@.
Observa y actúa con inteligencia, el “copiota” cae por su propio peso más tarde o más temprano; he llegado a poner cebos y sigue funcionando (sin ir más lejos la semana pasada).
Si lo hace más de una vez, como es mi caso, lo ideal es dar un toque de atención, con educación, eso sí.
Pero son personas que no tienen remedio, su naturaleza no da mucho más de sí. Sigue con tu trabajo, con tu vida y felicítate por inspirar a otros o ayudarles a encontrar un entretenimiento para su tiempo libre o fomentar su nula creatividad.

No responses yet